Mariana tiene 28 años, es madre soltera y quiere regresar a estudiar. Antes de la pandemia, no tenía una fuente de ingresos. Mariana no puede trabajar ocho horas diarias, ni siquiera de medio tiempo, pues necesita flexibilidad para atender y cuidar a su hija cuando no está en la escuela o cuando la mamá de Mariana, Angélica, no puede ayudarla. Este es un escenario al que cientos de madres solteras se enfrentan diariamente sin muchas opciones viables para salir adelante. Después de buscar alternativas, Mariana encontró en las plataformas de reparto la solución: ahora es repartidora, estudia, cuida a su hija y obtiene ingresos necesarios para cubrir sus necesidades y las de su hija.
Las Plataformas Digitales de Múltiples Lados (PDML) son un modelo de negocio que ha crecido exponencialmente en la última década. Su éxito se basa en resolver uno de los problemas inherentes a toda economía: reducir los costos asociados a la realización de intercambios en un mercado. Una arquitectura de mercado inadecuada y un marco legal inapropiado puede impedir obtener la máxima ganancia social derivada de esta innovación tecnológica.
En un estudio que realizamos en el Laboratorio Nacional de Políticas Públicas (LNPP) del Centro de Investigación y Docencia Económicas, A.C. (CIDE), identificamos algunos de los beneficios que las plataformas han producido en la economía:
Para determinar si las plataformas agregan valor a la economía o no, en este estudio analizamos los beneficios para restaurantes y para repartidores a partir de datos publicados por INEGI y complementados con datos del sector. Asimismo, se compara la ganancia social en dos escenarios: antes de las plataformas y después de las plataformas. Comparando ambos escenarios, el análisis concluye que las plataformas digitales sí generan valor a la economía.
Mónica y Luis son socios en la tortería “La norteñita”. Mónica vendía sándwiches, tortas, gelatinas y flanes en su oficina. Tomaba los pedidos el día anterior y se levantaba muy temprano para prepararlos y entregarlos antes de iniciar sus labores en la oficina. Cuando se quedó sin empleo, y para no quedarse sin ingresos, ella y Luis usaron el dinero de su liquidación y todos sus ahorros para alquilar y equipar un local con plancha, barra y tres mesas; “conocíamos la ubicación, los vecinos y los comercios cercanos, así que la apuesta era más o menos segura” dice Luis. Y sí, a los pocos meses estaban llegando, con dificultad, a un punto de equilibrio.
Para Mónica y Luis, lo que realmente hizo la diferencia fueron los pedidos a domicilio; “Habíamos pensado en contratar a alguien para dar servicio a domicilio, más allá de que nos turnábamos para entregarlos diariamente a los encargados de los comercios de los alrededores”, comentó Mónica, “queríamos llegar más lejos, pero se nos complicaba contestar el teléfono, despachar; nos costaba mucho trabajo encontrar alguien de confianza como repartidor”. Afiliarse a una de estas plataformas digitales cambió todo para estos emprendedores; “es como si en lugar atender tres mesas, atendiéramos 30 o 40, pero sin tener que invertir en más espacio o en más personal. Sí en más torteros, pero su sueldo sale del incremento en ventas”.
La llegada de las plataformas de reparto a la economía mexicana provocó un crecimiento en el rango de 28% a 33% en la participación relativa de los restaurantes en la generación de riqueza del país para el periodo 2013-2020. Esto muestra que una plataforma de reparto no extrae rentas ni del consumidor final, ni del comercio (restaurante, farmacia, supermercado, entre otros). Al contrario, contribuye a la generación de valor, por lo que su aportación al PIB es estrictamente positiva. Este efecto positivo, se conoce como la ganancia en el margen intensivo del mercado: mayores ganancias para quienes ya participan en ese mercado.
Las ganancias adicionales de estos participantes generan un impacto adicional de segundo orden. Es un efecto de red: ante el aumento individual de ganancias, se afilian nuevos comercios y más consumidores finales, y, por lo tanto, se incrementa el número de participantes. Este efecto positivo, se conoce como la ganancia en el margen extensivo del mercado: ganancias para agentes económicos que antes no participaban en este mercado.
Jimena generalmente tiene días muy ocupados en la oficina, pero sabe que no debe priorizar el trabajo sobre su salud. No siempre le da tiempo de salir a comer a la fonda cercana a su oficina, mucho menos de ir a comer a su casa. Entonces abre su App, analiza sus opciones y se decide por su torta favorita de “La norteñita”. Con un botón, en segundos hace su pedido y continúa trabajando. Mariana recibe un aviso, acepta el pedido y se dirige a “La norteñita”. Mónica y Luis reciben un aviso: una cubana sin chile y con doble queso. La preparan y se la entregan a Mariana, que se la lleva a Jimena. En menos de media hora, Jimena ya está disfrutando de su torta. Todos ganan: “La norteñita” vende una torta, Mariana tiene un ingreso por la entrega y Jimena consume su torta favorita sin moverse de su trabajo.
Los consumidores finales opinan que las plataformas han generado una expansión de su libertad como consumidores. Tras la llegada de las plataformas, tienen más opciones para elegir sin incurrir en mayores costos de transacción, los cuales han ido disminuyendo. Entre los costos de transacción más mencionados están: (i) los costos para hacer cumplir acuerdos; (ii) los costos de monitoreo sobre la disponibilidad de mercancías y sus precios; y, (iii) los costos de transporte. No obstante, estos consumidores finales también expresaron algunas preocupaciones: (a) que sea un negocio “justo” para todos los participantes en las plataformas; (b) que sea ecológico; y, (c) que se mejoren algunos detalles del servicio.
Ahora Angélica, la mamá de Mariana, también es repartidora utilizando el coche cuando Mariana no lo necesita, y obtiene ingresos adicionales utilizando la plataforma de reparto. Constantemente compara sus ingresos. Dependiendo del número de horas que se conecta cada semana, gana más que su vecina, que pinta uñas y hace gelish en un local de su nuera; y lo mismo que su primo Juan, que también es repartidor, pero trabaja de manera exclusiva y con un horario fijo para una cadena de farmacias. La flexibilidad que ofrece este tipo de plataformas la hace atractiva para los repartidores, ya sea que se trate de agentes económicos que eligen esta ocupación, como su única ocupación o como una secundaria.
Desde la llegada de la primera plataforma de reparto en 2012, el ingreso promedio mensual de los repartidores creció 117%, comparado con el crecimiento de sólo 25% del total de personas ocupadas en la economía 1. Desde 2012 se dio un despegue en este tipo de actividad productiva, la cual no ha detenido su crecimiento desde entonces. A partir de esta fecha, se generó un crecimiento de 150% en esta ocupación. De este crecimiento, tres quintas partes pueden ser atribuidas a las plataformas, lo que corresponde a más de 62,000 personas para 2021 y de 85,000 repartidores adicionales para 2025. Estos hombres y mujeres no tendrían esta oportunidad de generación de ingresos si no existieran las plataformas.
Antes de la llegada de las plataformas, la diferencia del ingreso promedio entre los repartidores y el resto de ocupados era considerable: sus ingresos mensuales eran la mitad de los ingresos promedio del total de ocupados. A partir de 2015 los ingresos son prácticamente los mismos en ambos grupos, con una mayor fluctuación en el ingreso de los repartidores, atribuible a la flexibilidad que tienen para elegir la cantidad de horas que se conectan por día, lo cual no ocurre con el resto de los ocupados, quienes en su gran mayoría deben cumplir con horarios fijos. Además, el ingreso promedio por hora de los repartidores es mayor al ingreso promedio del total de ocupados en la economía mexicana.
Cuando se decretó la Jornada Nacional de Sana Distancia, Mónica y Luis tuvieron que cerrar el local. Sus planes de expansión se detuvieron. Temían no poder pagar la renta –al contrato anual todavía le faltaban varios meses y la penalización era peor que dejarlos correr: además de todo lo invertido en el local–. Sin embargo, los pedidos siguieron llegando. En tanto, a Mariana y a Angélica se les incrementó la cantidad de alertas que recibían para atender pedidos. La gente no salía de sus casas, pero seguía consumiendo. La plataforma los había equipado y capacitado para que se protegieran y pudieran seguir obteniendo ingresos brindando este servicio, el cual se convirtió en esencial durante esas semanas y meses.
El uso de las plataformas de reparto evita el contacto personal entre el oferente y el demandante para realizar los intercambios de los diversos productos que se encuentran listados en estas plataformas. Por ello, las plataformas han sido un factor clave para aminorar los efectos de la pandemia. Con datos de usuarios y pedidos del sector en México, se estima la cantidad de contagios y fallecimientos evitados atribuibles al uso de estas plataformas. Su impacto fue, y sigue siendo, muy importante.
Con base en los resultados de un estudio conducido por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos y utilizando la información del sector, se presentan tres escenarios con distintas probabilidades de contagio. En el primero, con una tasa baja de contagio, se previnieron al menos 484,758 contagios con más de 41 mil decesos. En el segundo, con una tasa de contagio moderada, la cifra de contagios prevenidos crece a 727,138 con 62 mil probables decesos. En el tercero, con una tasa de contagio alta, los contagios evitados son más de 960 mil con casi 83 mil decesos prevenidos.
Finalmente, dado el costo promedio de una hospitalización, de $330,000 de acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), los costos evitados por hospitalizaciones en la economía mexicana fueron de $30.17 mil millones de pesos en el escenario 1; $45.23 mil millones en el escenario 2; y, $60.23 mil millones en el escenario 3.
El modelo de negocios de las Plataformas Digitales es completamente disruptivo. Es un nuevo paradigma que no necesariamente puede ser encuadrado en las interacciones entre consumidores convencionales para las cuales existe regulación desde hace muchas décadas. El Estado enfrenta un reto complejo en materia de regulación, al tener que encontrar el equilibrio entre proteger los intereses de consumidores, repartidores y comercios, a través del reconocimiento de sus derechos y obligaciones, sin restringir o interferir con la eficiencia, competitividad y productividad que las plataformas brindan al mercado y, mucho menos, disminuir o inhibir el impacto positivo económico y social que se ha generado.
Descarga el estudio Las plataformas de entrega a domicilio en la economía mexicana
1 Solo quedaron fuera del análisis los repartidores en coche, por un tema de clasificación de los repartidores en la encuesta utilizada.